Bahamonde (oficialmente Baamonde en gallego) es una pequeña localidad gallega situada en el Camino de Santiago del Norte, entre Vilalba y Sobrado dos Monxes. Con apenas 300 habitantes, este pueblo rural de la comarca Terra Chá ofrece al peregrino algunos lugares de interés peculiares y llenos de historia.
A continuación, te contamos qué ver en Bahamonde y sus alrededores, pensando en las necesidades e intereses de los peregrinos que recorren esta ruta jacobea. Antes de hablarte de este lugar, déjanos hablarte del Camino del Norte, ruta donde esta enclavada esta localidad.
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¿Por qué elegir el Camino del Norte? Comparativa con otras rutas del Camino de Santiago
El Camino del Norte es una de las rutas jacobeas más emblemáticas y a la vez menos masificadas. Discurre a lo largo de la costa cantábrica para luego adentrarse en Galicia, ofreciendo una combinación única de paisajes costeros y rurales. Muchos peregrinos lo eligen por sus vistas al mar Cantábrico, sus bosques frondosos y el ambiente tranquilo de sus etapas.
Por ejemplo, tramos como el camino de Santiago desde Santander a Gijón permiten disfrutar de impresionantes acantilados, playas solitarias y ciudades históricas como las citadas durante el recorrido.
Ahora bien, ¿cómo se compara el Camino del Norte con otras rutas jacobeas? Cada uno tiene su encanto particular:
- Camino Francés: es la ruta más popular y concurrida, con una infraestructura muy desarrollada de albergues y servicios. A diferencia del del Norte, atraviesa el interior peninsular (Pirineos, Rioja, meseta castellana y Galicia) y cuenta con un ambiente social muy animado debido a la gran cantidad de peregrinos.
Si buscas compañía constante y numerosas paradas culturales, esta puede ser tu opción; pero si prefieres más tranquilidad y clima más suave en verano, el del Norte destaca en esos aspectos.
- Camino Primitivo: considerada la ruta original. Es más montañosa y exigente físicamente, pero también muy solitaria y auténtica. El del Norte, en comparación, tiene desniveles moderados (excepto en tramos costeros iniciales) y combina zonas llanas como la Terra Chá lucense donde se sitúa Bahamonde.
- Camino Portugués: esta ruta viene desde Portugal y puede hacerse por el interior (vía Tui) o por la costa atlántica. Ofrece un cruce cultural hispano-luso muy interesante.
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- Por ejemplo, el camino portugués desde oporto a A Guarda recorre la costa atlántica desde Oporto hasta A Guarda, en la frontera española, pasando por pueblos marineros y paisajes de playa. Tras entrar en Galicia, el> camino desde A Guarda a santiago continúa por las Rías Baixas, combinando vistas al mar con tramos rurales hasta enlazar con la ruta principal hacia Santiago.
En contraste, el Camino del Norte recorre la costa cantábrica en su primera mitad y luego atraviesa zonas verdes del norte de Galicia antes de unirse al Camino Francés en Arzúa.
Si aún dudas qué camino elegir o cómo organizarlo, existen empresas especializadas en viajes Camino de Santiago que pueden asesorarte. Ellos se encargan de la logística (reservas de alojamiento, transporte de equipaje, etc.), lo que te permite centrarte únicamente en disfrutar de la experiencia de caminar.
Lugares de interés en Bahamonde
Aunque Baamonde es un lugar pequeño y sin grandes monumentos turísticos, guarda algunos puntos de interés que merece la pena conocer, especialmente si llegas como peregrino. La localidad ofrece unos pocos bares y tiendas básicas, por lo que conviene reabastecerse aquí ya que los servicios posteriores en la ruta son limitados.
Veamos qué ver en Bahamonde y sus inmediaciones:
Iglesia de Santiago de Bahamonde
El corazón del pueblo es la Iglesia de Santiago de Baamonde, un templo de origen muy antiguo vinculado a la tradición jacobea. Se tienen referencias de una iglesia aquí desde el siglo IX, lo que habla de la larga historia de acogida al peregrino en este enclave.
La construcción original, de estilo románico, fue en parte destruida durante las Guerras Irmandiñas (revueltas populares gallegas del siglo XV), pero posteriormente fue reconstruida y reformada en siglos posteriores.
Hoy, la iglesia presenta una mezcla de estilos gótico y románico. En su fachada principal destaca una puerta con arquivoltas sencillas y una ventana ojival (de arco apuntado) reconstruida siguiendo el modelo medieval original. La planta es rectangular, con muros de piedra local (granito en las esquinas y pizarra en el resto), contrafuertes laterales que le dan solidez y una espadaña sencilla en lo alto.
En el interior, si tienes oportunidad de entrar, encontrarás un ambiente recogido con algunos sepulcros antiguos en la capilla mayor. Al ser una iglesia dedicada a Santiago Apóstol, es habitual que los peregrinos entren a sellar su credencial y tomen un momento de descanso espiritual. Consulta los horarios, ya que puede que solo abra en horas de misa o bajo petición a algún vecino.
En el atrio (exterior) de la iglesia, descubrirás varios elementos interesantes:
- Un conjunto de tres cruceiros de piedra del siglo XVII forma un pequeño Calvario. Estas cruces talladas representan la crucifixión de Cristo con la Virgen Dolorosa. En la cruz central la imagen de Cristo tiene el pie izquierdo sobre el derecho (al revés de lo habitual), un detalle curioso para los amantes del arte sacro.
- Muy cerca de estas cruces, el entorno de la iglesia alberga el que probablemente es el gran tesoro de Bahamonde para los peregrinos: su árbol milenario, al que le vamos a dar la importancia que merece.
El castaño milenario y la «capilla» en el árbol
Junto a la iglesia de Santiago se erige un anciano castaño de proporciones impresionantes. Con cerca de 500 años de antigüedad (algunos lo llaman milenario por su venerable apariencia), este árbol monumental estuvo a punto de desaparecer en 1971 debido a unas obras de ampliación de la carretera N-VI que pasa por el pueblo.
Afortunadamente, la apasionada actuación de un vecino ilustre, el escultor Víctor Corral, salvó al castaño de la tala y lo convirtió en algo único: una capilla dentro de un árbol.
Este señor literalmente se encerró dentro del hueco del tronco durante las obras, impidiendo que lo cortaran. Aprovechó para limpiarlo por dentro y tallar un pequeño altar en honor a la Virgen del Rosario, patrona de Baamonde. Esculpió la imagen de la virgen en la madera interior del castaño, creando una especie de santuario natural.
Hoy, los peregrinos pueden asomarse al interior de este grueso castaño (su tronco supera los 6 metros de perímetro) para ver la escultura tallada en sus entrañas. El mismo Víctor Corral estuvo durante años cuidando el árbol: talló pequeñas figuras (animales, manos y otros símbolos) en las partes del tronco que se iban secando, de forma que el castaño fua una obra de arte viva en constante evolución.
Casa-Museo de Víctor Corral
La heroicidad del castaño nos lleva al siguiente punto de interés: la Casa-Museo de Escultura de Víctor Corral. Como acabamos de decir, Víctor Corral es un escultor local de renombre internacional, nacido en Baamonde en 1937, y su huella se siente por todo el pueblo.
A escasos metros de la iglesia (unos 100 m), se encuentra su casa-taller, construida a finales del siglo XX con la apariencia de un pazo gallego tradicional. Este museo personal abre sus puertas a los visitantes y peregrinos que deseen conocer la obra del artista.
En el interior de la casa-museo, se exhibe una amplia colección de sus esculturas y creaciones. Hay piezas de arte religioso y abstracto, principalmente tallas en madera que muestran una maestría excepcional, pero también obras en bronce, marfil y otros materiales.
Además de escultura, el artista experimentó con la pintura al óleo y la acuarela, por lo que el museo contiene también algunas pinturas y bocetos. Pasear por sus salas es descubrir desde delicadas figuras sacras hasta originales composiciones de animales fantásticos, todas con ese toque onírico y detallista característico de Corral.
La entrada suele ser gratuita o de donativo voluntario y son familiares suyos quienes te reciben y te cuentan anécdotas sobre cada obra, haciendo la visita muy cercana.
Antigua fortaleza y Torre de Camarasa
Bahamonde también tiene su capítulo en la historia medieval gallega a través de una antigua fortaleza que existió en el pueblo.
Junto a la iglesia se encontraba la Fortaleza de Baamonde, de la cual formaba parte la llamada Torre de Camarasa. Esta fortificación fue en su época propiedad de los Condes de Amarante y algunos historiadores creen que pudo ser una de las fortalezas más antiguas de la provincia de Lugo.
Lamentablemente, hoy ya no queda prácticamente nada en pie de aquella torre medieval. Se sabe que tenía una muralla perimetral de unos 375 metros, cuyos restos fueron visibles hasta el siglo XX. De hecho, los últimos vestigios de la torre se derrumbaron (o se aprovecharon sus piedras para construir casas de vecinos) durante el siglo XX.
Hoy solo quedan algunos tramos de muros integrados en edificaciones modernas y terreno delimitado. Es decir, no esperes encontrar una torre elevada ni un castillo reconocible; más bien es el recuerdo histórico lo que pervive. Aun así, si te interesan las historias medievales, vale la pena imaginar cómo sería este enclave siglos atrás.
Entorno natural y tranquilidad rural
Más allá de los puntos concretos ya mencionados, la esencia de Baamonde como experiencia para el peregrino radica en su entorno rural gallego auténtico. La aldea está en la comarca de Terra Chá, que significa «tierra llana»: una vasta llanura verde salpicada de bosques, prados con vacas pastando y ríos serpenteantes.
Tras haber caminado por zonas costeras o montañosas, muchos peregrinos agradecen la serenidad de estas etapas llanas gallegas. En las cercanías, sin desviarte prácticamente del Camino, puedes disfrutar del paisaje: pequeños bosques de robles y castaños, antiguos hórreos junto a las casas, y el sonido del agua de arroyos que acompañan la ruta.
Si dispones de tiempo y energías, a pocos kilómetros existen otros lugares con encanto natural. Por ejemplo, en la etapa hacia Sobrado dos Monxes se atraviesan aldeas como Miraz, Guitiriz o Sendelle, donde también hallarás paz rural y antiguas iglesias o puentes medievales escondidos entre la vegetación.
Gastronomía y tradiciones locales en Bahamonde
Como peregrino, no solo importan los monumentos: la gastronomía y las costumbres locales también enriquecen tu paso por el Camino. Aquí podrás probar algunos sabores típicos de Galicia, ideales para reponer fuerzas:
- Caldo gallego: si llegas en un día fresco o lluvioso (bastante comunes en el norte), nada sienta mejor que un plato humeante de caldo gallego, sopa tradicional de grelos (hojas de nabo), patata, alubias y unto. Suele estar disponible en los menús del día de muchos bares rurales.
- Queso de San Simón da Costa: esta es una especialidad local de la Terra Chá, originaria de Vilalba. Es un queso de leche de vaca ahumado con madera de abedul, de sabor suave y textura mantecosa. Pregunta en el bar o ultramarinos de Bahamonde; con suerte tendrán algún trozo de San Simón para degustar con pan gallego. ¡Toda una delicia autóctona!
- Empanada gallega: otro clásico que suele aparecer en las barras de bar. La empanada de atún, de carne o de bacalao con pasas son rellenos comunes. Es un alimento perfecto para llevar y comer durante la etapa.
- Pulpo a la gallega (pulpo á feira): aunque el pulpo es más famoso en localidades como Melide o en ferias, en cualquier punto de Galicia se puede encontrar. Si coincide que hay mercado o fiesta aquí cuando pasas, no dejes de probar un plato de pulpo tierno con pimentón.
- Otros productos caseros: en las aldeas gallegas, los peregrinos a veces encuentran puestos espontáneos de vecinos que ofrecen fruta de temporada, pan artesanal o incluso dulces caseros a cambio de la voluntad. Mantén los ojos abiertos en los alrededores, ya que la hospitalidad rural gallega a menudo se traduce en pequeños detalles gastronómicos en el Camino.
En cuanto a festividades y costumbres, Bahamonde conserva tradiciones sencillas pero arraigadas.
La fiesta patronal del pueblo se celebra en honor a la Virgen del Rosario cada año, alrededor del 11 de septiembre. Si pasas por esas fechas, encontrarás el ambiente animado: misas especiales, procesión con la imagen de la Virgen (seguramente la misma advocación de la talla del castaño), verbenas con música en la plaza y puestos de comida.
También se venera a Santiago Apóstol (25 de julio) como en toda Galicia, aunque la fiesta grande de Bahamonde es la de septiembre.
Es posible que al llegar temprano por la tarde veas a vecinos mayores sentados a la puerta de casa o en el bar, charlando en gallego sobre las cosechas o la familia. No dudes en saludar con un “Bos días” o “Boa tarde” o el típico “¡Buen Camino!”. La gente de Bahamonde suele ser amable con los peregrinos y muchos están acostumbrados a ver pasar caminantes cada día.
Consejos finales para el peregrino en Bahamonde
- Abastecimiento: Bahamonde cuenta con lo justo en servicios. Aprovecha para comprar agua, fruta o frutos secos en la tiendita local si planeas continuar hacia Miraz o Sobrado sin escalas largas. Tras Bahamonde, la siguiente etapa tiene tramos largos sin poblaciones grandes, así que llevar algo de comida es prudente.
- Disfruta del ritmo lento: Baamonde es un alto en el Camino donde el tiempo parece ir más despacio. Tras jornadas de caminata, tómate un respiro aquí: siéntate bajo el castaño milenario, conversa con otros peregrinos en el bar mientras pruebas el queso local y contempla la puesta de sol sobre los prados.
En resumen, Bahamonde puede no ser un destino turístico destacado por sí solo, pero integrado en la ruta del Camino del Norte ofrece al peregrino autenticidad, historia y descanso. Sus modestos atractivos dejan un recuerdo cálido en quienes pasan por aquí.¡Buen Camino!