Cada vez son más los aficionados al senderismo que, antes de lanzarse a recorrer el Camino de Santiago, buscan rutas que les permitan poner a prueba su resistencia. El Caminito del Rey, en Málaga, se ha convertido en una de las opciones favoritas para quienes desean vivir una experiencia intensa, corta pero inolvidable, antes de embarcarse en una travesía de varios días.
Con sus pasarelas suspendidas a más de 100 metros sobre el río Guadalhorce y su paisaje escarpado de paredes verticales, esta ruta ofrece un equilibrio perfecto entre desafío físico y belleza natural.
Índice de contenidos
- 1 Qué es el Caminito del Rey y por qué enamora a los senderistas
- 2 Datos prácticos para recorrer el Caminito del Rey
- 3 El Caminito del Rey como entrenamiento para el Camino de Santiago
- 4 Por qué esta es una excelente prueba antes del Camino
- 5 Otros consejos para senderistas que quieren dar el salto al Camino de Santiago
Qué es el Caminito del Rey y por qué enamora a los senderistas
El Caminito del Rey es una de las rutas más espectaculares —y fotografiadas— de España.
Su historia comienza a principios del siglo XX, cuando se construyó como acceso para los operarios encargados del mantenimiento de los canales hidráulicos entre los embalses de El Chorro y Gaitanejo. La pasarela, anclada a las paredes del desfiladero de los Gaitanes, facilitaba el tránsito entre presas en una zona abrupta e inaccesible.
Debe su nombre al rey Alfonso XIII, quien en 1921 recorrió parte del camino para inaugurar la presa del Conde de Guadalhorce. Desde entonces, la pasarela pasó de ser una obra funcional a convertirse en un mito entre los amantes de la montaña. Sin embargo, tras décadas de abandono, el trazado original cayó en ruina y se hizo tristemente famoso por su peligrosidad.
Todo cambió en 2015, cuando fue completamente restaurado con modernas medidas de seguridad, respetando su trazado original pero convirtiéndolo en un recorrido accesible y regulado.
Datos prácticos para recorrer el Caminito del Rey
Dificultad y duración
Aunque su fama puede intimidar, el Caminito del Rey es hoy una ruta segura y accesible para la mayoría de personas con una condición física media. El recorrido total es de unos 7,7 kilómetros, aunque solo 2,9 km corresponden al tramo de pasarelas colgantes. El resto se compone de senderos naturales y accesos que atraviesan el entorno del desfiladero.
La duración habitual del trayecto oscila entre 3 y 4 horas, dependiendo del ritmo y del número de paradas. No hay fuertes desniveles ni zonas técnicas complicadas, pero sí tramos largos sin sombra ni áreas para descansar. Por eso, es conveniente prever tiempo suficiente y evitar las horas de más calor, especialmente en verano.
En cuanto al nivel de exigencia, podríamos considerarlo de dificultad media-baja. Es una excelente opción para quienes quieran probarse antes de emprender rutas más prolongadas como las del Camino de Santiago.
¿Es peligroso el Caminito del Rey?
La pregunta es frecuente, y la respuesta depende más de la percepción del visitante que de la realidad actual.
Tras su restauración, es una ruta totalmente segura, con pasarelas reforzadas, barandillas de acero y cascos obligatorios que se proporcionan a la entrada. Aun así, el recorrido no es apto para personas con vértigo o miedo a las alturas, ya que gran parte del trayecto transcurre suspendido en el vacío, con vistas panorámicas espectaculares… y también intimidantes.
Las condiciones meteorológicas pueden afectar al acceso, especialmente en caso de lluvias intensas o rachas fuertes de viento, ya que por seguridad se cierra temporalmente. Por eso, es aconsejable revisar el pronóstico antes de la visita y tener flexibilidad en las fechas, si es posible.
Consejos para disfrutar la experiencia
Para sacarle el máximo partido a esta ruta única, conviene tener en cuenta algunos consejos prácticos:
- Reserva con antelación: el acceso está regulado y con aforo limitado. Es obligatorio comprar las entradas online y elegir un horario concreto de entrada.
- Elige bien tu equipación: se recomienda llevar calzado cómodo, preferentemente botas o zapatillas de montaña con buena suela. No se permite entrar con bastones, mochilas grandes o paraguas.
- Protégete del sol: gran parte del recorrido no tiene sombra. Lleva gorra, gafas de sol y protector solar, especialmente si vas en meses calurosos.
- Hidratación y comida ligera: no hay fuentes ni zonas de picnic dentro del recorrido, así que es importante llevar una botella de agua (mínimo 1 litro) y algo de comida energética.
- Llega con tiempo: el acceso se realiza por el municipio de Ardales y termina en El Chorro. Hay servicio de lanzadera (bus) que conecta ambos puntos, pero es importante calcular bien el tiempo de desplazamiento.
El Caminito del Rey como entrenamiento para el Camino de Santiago
Similitudes: naturaleza, esfuerzo físico y recompensa emocional
Para muchos amantes del senderismo, el Caminito del Rey no solo representa una aventura por sí misma. Más que eso, es una excelente preparación mental y física para retos más extensos, como los diferentes itinerarios del Camino de Santiago.
Aunque la duración no sea comparable, ambas experiencias comparten elementos clave: el contacto con la naturaleza, la necesidad de mantener la concentración y un profundo sentido de superación personal.
Por ejemplo, quienes han recorrido el Camino de santiago desde Bilbao hasta Santander, saben que sus primeras etapas ofrecen tramos de costa, subidas intensas y paisajes espectaculares que requieren cierta preparación previa. El Caminito, aunque breve, puede ser un buen termómetro para saber cómo responde el cuerpo ante desniveles, calor y cierta exposición al entorno.
Del mismo modo, el Camino del norte Ribadeo comparte con esta ruta esa fusión de belleza natural e intensidad física. Los acantilados del Cantábrico, la humedad del entorno o las subidas continuadas tienen su eco en la exigencia de caminar por pasarelas colgadas en el aire, donde cada paso obliga a estar presente y enfocado.
En cualquier caso, la conexión con el paisaje es total. Ya sea observando aves rapaces sobrevolando el desfiladero malagueño o contemplando los acantilados asturianos, el senderista se ve envuelto por el entorno.
Diferencias: duración, logística y continuidad del esfuerzo
A pesar de sus similitudes en cuanto al tipo de entorno y experiencia emocional, las diferencias entre ambas son sustanciales.
- El Caminito es una actividad puntual, de medio día, que realiza con un inicio y un fin claramente definidos. No requiere cargar con equipaje ni planificar dónde dormir o qué comer al día siguiente.
- Por el contrario, el Camino es una experiencia prolongada en el tiempo. Implica caminar varios días seguidos y gestionar aspectos como la recuperación física diaria, el ritmo personal, la meteorología cambiante y la convivencia con otros caminantes. Es una vivencia más introspectiva, que exige resistencia progresiva y adaptación constante.
El Caminito puede servir como una “etapa cero” simbólica: una toma de contacto con la marcha prolongada, la preparación previa y la sensación de logro. Pero no sustituye la experiencia de caminar cada día al ritmo del propio cuerpo.
Por qué esta es una excelente prueba antes del Camino
Ideal para quienes quieren medir su preparación
Recorrer el Caminito del Rey es una forma práctica de evaluar si tienes la preparación adecuada para asumir el reto de varios días caminando por senderos variables. Aunque la distancia sea mucho menor, caminar durante varias horas por terrenos irregulares, con calor, desniveles y sin posibilidad de abandonar a mitad del recorrido, resulta muy revelador.
Además, permite comprobar cómo responde el cuerpo ante el uso prolongado de calzado técnico, cómo se gestionan el ritmo de marcha o los pequeños imprevistos del camino (rozaduras, sed, fatiga, etc.). Para quienes aún no han hecho una travesía de más de un día, puede funcionar como una primera experiencia “intermedia” entre una simple caminata y una ruta de larga distancia.
Entrenamiento mental y físico antes de varios días de marcha
Más allá del aspecto físico, caminar sobre pasarelas colgadas, con el abismo bajo los pies, supone una prueba de serenidad, autocontrol y enfoque.
Aunque el recorrido está totalmente asegurado, obliga al caminante a mantener la atención, a confiar en su cuerpo y a gestionar sus emociones. Esto es especialmente útil si se planea realizar una ruta de peregrinación, donde no solo el esfuerzo físico cuenta, sino también la capacidad de adaptarse a lo inesperado.
Un ejemplo perfecto para empezar podría ser el Camino portugués desde Tui, uno de los tramos más accesibles y agradables para iniciarse. Con una duración aproximada de una semana y etapas de dificultad moderada, ofrece una experiencia equilibrada de belleza paisajística, historia y tradición jacobea.
Y lo mejor: tras haber superado el Caminito, muchos peregrinos descubren que están más preparados de lo que pensaban.
Otros consejos para senderistas que quieren dar el salto al Camino de Santiago
De la experiencia puntual al viaje iniciático
Para muchos senderistas, el paso del Caminito del Rey a una ruta del Camino de Santiago no es simplemente una cuestión de distancia o duración: es una evolución en la forma de viajar.
Dar ese salto no significa lanzarse sin más a recorrer cientos de kilómetros, sino adaptar el reto al momento personal de cada uno. Lo importante no es la longitud del trayecto, sino la disposición a caminar cada día con propósito, disfrutando de lo que ofrece el camino: desde paisajes rurales hasta conversaciones con otros peregrinos.
Si te sientes preparado para ese paso, existen opciones muy accesibles para comenzar, y no necesitas organizarlo todo por tu cuenta. Existen agencias especializadas en viajes Camino Santiago que te proporcionan asesoramiento, ideas de rutas y propuestas adaptadas a todos los niveles.
Qué Camino elegir para empezar
Además del ya mencionado Camino Portugués desde Tui, existen otras rutas ideales para empezar con buen pie, como el Camino Francés desde Sarria o el Camino Inglés desde Ferrol. Lo fundamental es empezar con ilusión, sabiendo que no se trata de una carrera, sino de un viaje que se vive paso a paso.