Al ser la parte de nuestro cuerpo que más va a sufrir, tenemos que tener especial atención y cuidado con ellos. Para ello, os damos los siguientes consejos a seguir para un Viaje organizado al Camino de Santiago y para siempre:
CÓMO CUIDAR LOS PIES DURANTE EL CAMINO DE SANTIAGO
Días antes de iniciar vuestro camino debes empezar a hidratar los pies, si ya lo hacías como rutina diaria eso que llevas ganado, normalmente con una crema hidratante que suavice nuestra piel y evite las posibles rozaduras. Por la noche, antes de dormir, sería un buen momento para hacerlo (si te pones unos calcetines después de aplicarte la crema el efecto se multiplicará)
Una de las mejores y más potentes cremas del mercado que te recomendamos para evitar rozadoras es la Skin Food de Weleda. También te servirá para nutrir y reparar manos, codos y labios expuestos durante el Camino (sobre todo en verano y primavera que quedan más visibles)
Al hacer Camino de Santiago desde Sarria sería también necesario aplicar esta crema hidratante, antes del inicio de las etapas, con el fin de evitar que la sequedad y la fricción con el calzado pueda causarnos rozaduras o ampollas. También puedes hacer uso de vaselina, aunque no tiene las mismas propiedades que una crema específica.
Después de cada etapa y al salir de la tan ansiada y relajante ducha, es también importante volver a hidratar la planta de los pies, incidiendo en los talones.
PIES HINCHADOS AL FINAL DE LA ETAPA
Báñalos en agua tibia con sal y después masájealos con la crema hidratante, vaselina o alcohol de romero y déjalos al aire.
Conviene que tras la ducha, uses chanclas o alpargatas de esparto para que el pie “respire”.
USO DE CALCETINES ESPECIALES Y ELECCIÓN DE CALZADO PARA EVITAR AMPOLLAS Y ROZADURAS
Para evitar las rozaduras y posibles ampollas, es trascendental tener especial cuidado en la elección del calzado, utilizando zapatillas o botas de trekking que ya hayamos utilizado anteriormente y estén bastante trotadas.
También es importante llevar buenos calcetines de algodón sin costuras: en tiendas especializadas venden unos que mantienen el pie seco, aunque también los hay de material sintético que funcionan muy bien. Si hay costuras o el calcetín se arruga puede fomentar la aparición de las ampollas. Por otro lado existen calcetines anti ampollas aunque como todo en esta vida no son infalibles.
Otra solución para evitar rozaduras sería ponerse un calcetín fino y encima otro más grueso. En invierno y otoño no habría problema con este truco, el problema sería en verano y que el pie sudase más de lo que nos gustaría.
En caso que, al empezar a caminar, sintamos ligeras molestias en los pies, hay que parar inmediatamente y comprobar si están enrojecidos. En ese caso tendremos que limpiar y colocar algún apósito o tirita para proteger esa zona, antes que se produzca la rozadura o ampolla.
MASAJE MUSCULAR-ADIOS A LAS AGUJETAS
Antes de comenzar la etapa diaria, tras hacer un pequeño precalentamiento, te aconsejamos usar el aceite de árnica de Weleda para acelerar la tonificación de los músculos, protegiéndolos frente a posibles contracturas, agujetas y lesiones. El aceite envolverá tus músculos en una capa de calor que los activará antes de empezar la caminata.
Después de la ducha, usar este aceite de masaje también te ayudará rápidamente a aliviar la musculatura.
TENGO UNA AMPOLLA ¿¿QUÉ HAGO??
Si a pesar de tomar todas la prevenciones necesarias, finalmente ha salido una ampolla, deberemos proceder del siguiente modo:
- Limpiar la zona de la ampolla con desinfectante.
- Con una aguja esterilizada con alcohol, drenamos el liquido de la ampolla, introduciendo un hilo a lo largo y que salga hacia afuera, y esperamos a que desaparezca el líquido. Después aplica betadine con una gasa y déjalo al aire.
- Una vez realizado esto, podemos poner un áposito cubriendo la ampolla, o un poner de protección y para acolchar parches especiales que las secan “COMPEED”
NUNCA DEBEREMOS CORTAR LA PIEL DE LA AMPOLLA.
ATENCIÓN A LAS UÑAS DEL PIE
No solo se deben cuidar los pies durante el Camino de Santiago, otro elemento que suele provocar muchas molestias son las uñas de los pies, normalmente producidas, igualmente, por una mala elección del calzado (calzado pequeño que en las cuestas abajo presionan la puntera y producen las “uñas encarnadas”)
Debes llevar bien cortadas las uñas. Si tienes callos o durezas, lo mejor es visitar al podólogo antes de empezar el Camino. En el pequeño botiquín que debes llevar al Camino recomendamos llevar un corta-uñas y una lima.
Independientemente de nuestra forma física, son nuestros pies los que en mayor medida decidirán nuestro mayor disfrute y continuidad hasta Santiago de Compostela. Una simple ampolla puede hacer que no des ni un sólo paso!
Bien es cierto que aunque transportemos tu equipaje en todas las etapas vuestro pies y rodillas sufrirán menos, pero aún así se debe atender a unos mínimos cuidados.