Mayo se ha consolidado como uno de los mejores meses para recorrer el Camino de Santiago, tanto para peregrinos primerizos como para veteranos. De hecho, las estadísticas recientes indican que ha sido el mes preferido por los peregrinos, concentrando en 2024 alrededor del 15% de las llegadas (casi 70.000 compostelas emitidas).
No es casualidad: en este mes confluyen condiciones ideales: clima agradable, naturaleza en su apogeo, un ambiente animado pero sin aglomeraciones, servicios operativos al 100% y varias festividades locales que enriquecen la experiencia.
Desde Mundiplus, tu camino de santiago agencia exploramos en detalle por qué mayo es un mes excelente para hacer el Camino de Santiago, especialmente si estás buscando inspiración para tu primera peregrinación.
Índice de contenidos
Clima templado y días más largos en mayo
El clima primaveral de mayo es uno de sus mayores atractivos. Las temperaturas son suaves y agradables, en torno a 12-20°C de promedio diario, muy lejos de los extremos de frío invernal o del calor sofocante de pleno verano.
Esto significa que podrás caminar varias horas al día con comodidad, sin riesgo de helarte al amanecer ni de derretirte al mediodía. Por la mañana y noche puede hacer fresco (nada comparable a las heladas de enero), y durante el día suele haber un sol cálido pero no abrasador que invita a avanzar al aire libre.
Otro punto a favor es la duración de la luz solar: es un mes de transición hacia el verano, con días cada vez más largos. Tendrás más horas de claridad para completar tus etapas, disfrutar del paisaje o hacer pausas sin prisas. A diferencia de julio o agosto, no es necesario madrugar en exceso para evitar el calor, ya que las temperaturas de mediodía siguen siendo moderadas.
Por supuesto, la lluvia puede hacer alguna aparición. Existe un refrán que advierte: “Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”, recordándonos que incluso hasta primeros de junio el clima puede ser impredecible. Galicia y la zona cantábrica tienen fama de lluviosas, y en primavera algún chubasco repentino es posible.
Eso sí, suele llover menos (y de forma menos intensa) que en otoño. Aun así, conviene estar preparado: lleva siempre un chubasquero o poncho ligero en la mochila, ya que la primavera puede traer una tormenta pasajera en cualquier momento. Con un impermeable transpirable a mano, podrás seguir tu camino aunque caigan cuatro gotas.
También es recomendable llevar ropa versátil en capas (una chaqueta fina para las mañanas frescas, ropa transpirable para el día) y protección solar: el sol calienta sin quemar, pero pasarás muchas horas al aire libre y es fácil despistarse y acabar con la piel enrojecida.
Paisajes primaverales en todo su esplendor
Otro de los grandes placeres de hacer el Camino en mayo es disfrutar de la naturaleza en pleno esplendor. La primavera viste los caminos de color y vida: los campos están llenos de flores silvestres, los árboles brotan con hojas verdes y el aire se siente fresco y limpio.
Atravesarás bosques frondosos, verdes prados y montañas salpicadas de flores, con el canto de los pájaros como banda sonora. Tras las lluvias de abril, el paisaje alcanza su punto álgido de vitalidad este mes. De hecho, es probable que cada día te sorprenda con nuevas postales: alfombras de amapolas rojas, retamas amarillas en flor cubriendo las laderas y riachuelos rebosantes.
- Las últimas etapas del Camino Francés o del Camino Portugués te regalarán colinas y valles exuberantes, huertas floridas y eucaliptos y robles llenando el aire con sus aromas.
- En los tramos de montaña (como el Camino Primitivo o las subidas a O Cebreiro en el Francés) todavía encontrarás cumbres con nieblas matinales y fuentes alimentadas por el deshielo, añadiendo un toque pintoresco sin los rigores del invierno.
- Por su parte, en las rutas costeras, la primavera ofrece cielos despejados y el mar en relativa calma, con temperaturas del agua aún frías pero paisajes costeros espectaculares.
Ambiente peregrino: ni soledad ni aglomeraciones
Otro motivo es el equilibrio en la afluencia de peregrinos. Tras los meses invernales (cuando el Camino queda casi desierto), en primavera vuelve la vida a las rutas jacobeas. Mayo marca el inicio de la temporada alta, por lo que ya encontrarás compañeros de camino en las etapas, pero sin llegar a las multitudes de pleno verano.
Muchos peregrinos experimentados recomiendan esta estación precisamente porque hay un número intermedio de peregrinos: no enfrentarás las aglomeraciones típicas de julio/agosto, pero tampoco caminarás en la soledad del invierno.
Vale la pena destacar que, en años recientes, mayo ha ganado muchísima popularidad entre peregrinos de todo el mundo. Como ya hemos dicho, en 2024 llegó incluso a empatar con agosto como el mes con más peregrinos del año. Esto refleja que cada vez más gente elige esta época por sus ventajas.
Ahora bien, “más peregrinos” no significa “masificación”. El flujo de caminantes está más distribuido a lo largo del mes y de las distintas rutas, mientras que en verano se concentra en fechas punta (vacaciones, festivos) y especialmente en los últimos 100 km del Camino Francés. Por ello, la sensación sigue siendo de ambiente animado pero tranquilo.
Fiestas y tradiciones locales durante mayo
Recorrer el Camino de Santiago en mayo no solo te ofrece buen tiempo y paisajes, sino también la oportunidad de sumergirte en la cultura local a través de las festividades que tienen lugar este mes. Galicia y las regiones del norte de España celebran estas fechas varias fiestas tradicionales que pueden añadir un valor especial a tu peregrinación si coincides con ellas:
- Fiestas de la Ascensión (Santiago de Compostela): son las fiestas grandes de primavera en la ciudad del Apóstol. Se celebran el sexto jueves después de Pascua (normalmente a mediados de mayo) y están consideradas las segundas fiestas más importantes de Santiago, solo por detrás del 25 de julio (Día del Apóstol).
Durante una semana, la ciudad se llena de vida con conciertos al aire libre, pasacalles de música tradicional, obras de teatro, ferias gastronómicas (pulpo, empanadas, vinos gallegos) y atracciones para todas las edades.
- Día das Letras Galegas: El 17 de mayo es festivo en toda Galicia por el Día de las Letras Gallegas, dedicado a honrar la lengua gallega y sus literatos más ilustres. Cada año se homenajea a un escritor diferente: verás conferencias, conciertos, teatros y especialmente ferias del libro donde es posible que encuentres algún libro sobre el Camino de Santiago.
- Fiesta de los Maios: A lo largo de mayo (generalmente a inicios) en diversas localidades de Galicia, León y otras regiones se celebran los Maios, fiestas populares de origen ancestral que festejan la llegada de la primavera. Suelen consistir en concursos y desfiles de estructuras decoradas con flores, hojas, huevos y otros productos naturales, acompañados de cantos tradicionales de bienvenida a la primavera.
- Otros festivos este mes:
- El Día de la Madre se celebra en España el primer domingo de mayo. No es una fiesta pública, pero sí una fecha emotiva que a veces impulsa a familias a hacer una pequeña etapa juntas o a dedicar la jornada a algo especial. De hecho, ¿por qué no regalarle el Camino de Santiago a mamá?
- El 1 de mayo (Día Internacional de los Trabajadores) es festivo nacional. Muchos españoles aprovechan ese puente festivo para empezar su Camino o hacer tramos sueltos, por lo que a inicios de este mes verás quizás un repunte de peregrinos locales en rutas como el Camino Francés o Camino del Norte.
Rutas y opciones recomendadas para mayo
Una vez decidido que este es el momento ideal, queda elegir la ruta que vas a recorrer. Casi cualquier camino jacobeo es agradable en estas fechas, gracias al clima templado y la ausencia de extremos. Sin embargo, según tus preferencias de paisaje, duración o compañía, podrías inclinarte por una ruta u otra.
- Camino Francés: es la ruta jacobea por excelencia y la más transitada. Mayo es un mes magnífico para el Camino Francés, ya que podrás recorrer los variados paisajes de Navarra, La Rioja, la Meseta castellana y Galicia con temperaturas suaves y sin el bullicio del verano.
Las etapas clásicas (Saint-Jean-Pied-de-Port a Roncesvalles, la subida a O Cebreiro, etc.) resultan más llevaderas climatológicamente que en otras épocas.
Además, al ser la ruta más popular, agradecerás hacerla en un momento con afluencia moderada, evitando los picos de gente de julio.
- Camino del Norte: Si te atrae la costa cantábrica y buscas una ruta un poco menos concurrida, el Camino del Norte es una excelente elección en primavera. Es una ruta algo más exigente físicamente (por su orografía ondulada), pero en mayo las temperaturas amables lo compensan y evitan la deshidratación.
Estos días suelen ser benignos en la Cornisa Cantábrica: temperaturas templadas, paisaje verde tras las lluvias de abril y menos días de tormenta que en pleno invierno.
- Por ejemplo, el tramo del camino del norte Ribadeo hasta Santiago, que abarca la entrada a Galicia desde Asturias, te permite disfrutar de vistas impresionantes del mar Cantábrico a la vez que recorres pueblos marineros con la tranquilidad de la temporada baja turística.
- También puedes optar por iniciar la ruta norte desde grandes ciudades del País Vasco. Muchos peregrinos comienzan el Camino de Santiago desde Bilbao, lo que brinda la oportunidad de descubrir Bilbao, Santander y la costa cantábrica oriental bajo el clima suave de este mes.
- Camino Portugués: esta es otra ruta muy atractiva en mayo. Se trata de un camino con clima ligeramente más cálido y con menos desniveles, ideal si buscas un recorrido más tranquilo y accesible.
Caminarás entre viñedos, bosques de ribera y pueblos históricos con temperaturas muy suaves, sin el calor que aprieta en verano en esa zona. Además, al ser una ruta ligeramente menos transitada, tendrás aún más tranquilidad, aunque en los últimos días (de Padrón a Santiago) verás un animado flujo de peregrinos convergiendo de distintas rutas.
- Una alternativa especialmente popular para principiantes es el camino portugués desde Tui, empezando en la frontera hispano-lusa. Desde aquí hay aproximadamente 115 km (el mínimo para obtener la Compostela), que suelen completarse en 5 a 7 etapas cómodas.
Por supuesto, existen muchas otras rutas (Camino Primitivo, Camino Inglés, Vía de la Plata, etc.), y todas tienen su encanto. Lo importante es escoger la que más te motive y planificarla adecuadamente.
Consejos para peregrinar en mayo
Para terminar, recopilamos algunos consejos prácticos específicos para hacer el Camino de Santiago en mayo, especialmente útiles si es tu primera vez:
- Prepárate para algo de lluvia: Aunque es generalmente seco, no olvides llevar un buen chubasquero o poncho impermeable en tu mochila. Ocupa poco espacio y te salvará si te sorprende un chaparrón primaveral en medio de una etapa. También unos cubremochilas o bolsas plásticas interiores ayudarán a mantener seco tu equipaje.
- Capas y ropa versátil: el clima puede variar durante el día. Lo ideal es vestirse por capas: camiseta transpirable, forro polar ligero por la mañana y quizás cortavientos. A mediodía seguramente andarás en manga corta, pero al amanecer o en alturas puede hacer fresco. Un gorro puede venir bien en el norte donde la brisa marina es fresca.
- Protección solar y agua: no subestimes el sol de primavera. Usa crema solar a diario (mínimo SPF 30) en cara, cuello y brazos, ya que caminarás varias horas expuesto aunque la temperatura no sea alta. También lleva gafas de sol y visera/gorra. Mantente hidratado; en mayo no aprieta tanto el calor, pero es fácil olvidarse de beber.
- Alergias bajo control: si sufres de alergia al polen, ten en cuenta que en primavera estarás rodeado de flores y campos. Lleva tus antihistamínicos o inhaladores recetados en el botiquín y tómate la medicación preventiva si sueles hacerlo. Un truco: gafas de sol y una buff sobre nariz/boca en campos abiertos pueden aliviar cuando haya mucho polen en el aire.
- Disfruta del entorno y del momento: este es un mes para deleitarse en el Camino. Tómate tu tiempo para apreciar el paisaje – para en ese campo de flores a sacar una foto, haz un picnic al sol, piérdete unos minutos escuchando los pájaros. También es temporada ideal para interactuar: anímate a compartir conversación con otros peregrinos.