Si estás planeando recorrer el Camino del Norte, hay una parada que no deberías pasar por alto: Avilés. Esta ciudad asturiana, llena de historia, carácter y tradición, es mucho más que un punto de paso. Para muchos peregrinos, supone un respiro entre etapas, un lugar donde reencontrarse con la cultura local y cargar energías rodeado de belleza patrimonial.

En esta guía, te contamos qué ver en Avilés si llegas caminando, qué rincones no perderte y cómo aprovechar al máximo tu estancia antes de continuar tu ruta hacia Santiago.

 

Avilés, punto clave en el Camino del Norte

Como sabrás, el trazado del Camino del Norte es una de las rutas jacobeas más antiguas y espectaculares. Este itinerario, que recorre toda la costa cantábrica desde Irún hasta Santiago, atraviesa paisajes de una belleza singular: acantilados que se asoman al Cantábrico, playas salvajes, cascos históricos bien conservados y aldeas rurales cargadas de autenticidad.

Efectivamente, una de las principales virtudes de esta opción es que es quizás la más heterogénea de todas las formas que existen de llegar hasta la Catedral de Santiago. 

  • Por ejemplo, el Camino Santiago desde Bilbao hasta Santander destaca por combinar grandes núcleos urbanos con tramos rurales costeros y calas escondidas. Permite vivir el contraste entre cultura contemporánea y naturaleza salvaje.

 

  • Mientras que Ribadeo Camino de Santiago encontrarás con aldeas tranquilas, verdes paisajes ondulados y hospitalidad auténtica. Además, a partir de este punto, el recorrido se vuelve más introspectivo, con menos desniveles, ideal para conectar con el entorno y disfrutar del tramo final hacia Santiago.

 

¿Camino del Norte o alguna otra ruta? comparativa sin perder el rumbo

  • Camino del Norte: ideal para quienes buscan una experiencia variada, exigente y en contacto directo con la naturaleza. El trazado atraviesa playas, acantilados, bosques y cascos antiguos, con menos masificación y un perfil más montañoso que otros caminos. Perfecto para quienes disfrutan del esfuerzo físico y de paisajes cambiantes.

 

  • Camino Francés: la ruta más popular y concurrida, con una red de servicios muy amplia. Es una buena opción para peregrinos primerizos o para quienes desean compartir el camino con muchos otros caminantes. Su diversidad cultural y la riqueza monumental son sus principales atractivos.

 

  • Camino Portugués: el Camino de Tui a Santiago destaca por su accesibilidad, belleza natural y fuerte simbolismo. Cruza el río Miño y se adentra en Galicia por bosques frondosos, pueblos históricos y caminos bien señalizados. Es muy recomendable si dispones de menos tiempo, pero no quieres renunciar a una experiencia auténtica y espiritual.

 

  • Camino Primitivo: considerado el más antiguo de todos, une Oviedo con Lugo y se caracteriza por su dureza física y su fuerte carga histórica. Atravesar la Cordillera Cantábrica requiere preparación, pero la recompensa es enorme en paisajes y soledad.

 

  • Camino Inglés: es un camino corto pero intenso, con etapas bien definidas y un perfil ascendente que atraviesa zonas rurales de gran belleza. Ideal si dispones de pocos días y buscas una experiencia íntima y menos transitada.

 

Sea cual sea la ruta que elijas, optar por un viaje organizado Camino de Santiago puede ayudarte a centrarte en lo verdaderamente importante: vivir el camino. Contar con asistencia en ruta, traslado de equipaje, alojamiento reservado y asesoramiento personalizado marca una gran diferencia, especialmente si es tu primera experiencia como peregrino o si dispones de pocos días.

 

Descubre el encanto histórico en el casco antiguo

Uno de los mayores atractivos es el casco histórico. Durante el paseo, notarás que la mayoría de las edificaciones se conservan desde su construcción original. Avilés resistió el paso de los siglos como ningún otro lugar en Asturias. Cierra los ojos e imagínate en plena Edad Media o en los Siglos de Oro.

Este centro histórico destaca como uno de los más interesantes del norte de España. Destacan sus edificios antiguos y calles auténticas, muchas con soportales que forman claustros en el centro de la ciudad. Este lugar tiene el espacio porticado más grande de Asturias.

La Plaza del Ayuntamiento está en el centro de la localidad. Desde aquí parten las calles más importantes. Las calles Galiana (de la que hablaremos a continuación), Rivero, La Ferrería y La Cámara quedarán grabadas en tu memoria. También destacamos el Palacio de Valdecarzana y la iglesia románica de los Padres Franciscanos.

 

Plaza de España: centro de Avilés y punto de encuentro

La Plaza de España es el punto central. Seis de las calles más importantes de la ciudad convergen aquí. En este sitio, todos los caminos llevan a la Plaza de España, como en Roma. Destaca el Ayuntamiento con sus once arcos. También se encuentra el Palacio del Marqués de Ferrera, ahora el lujoso Hotel Palacio de Avilés.

 

Un paseo relajante en el Parque de Ferrera, área verde de Avilés

Después de caminar por la Calle Galiana, relájate en el Parque de Ferrera, uno de los más bellos de España. Este extenso espacio verde de estilo inglés perteneció al marquesado de Ferrera desde el siglo XV hasta que se convirtió en parque público.

Tiene una amplia zona de césped y árboles, un quiosco de música y un jardín francés. En este jardín se grabaron escenas de la película Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen.

 

Calle Galiana: un recorrido por la historia y la tradición local

La Calle Galiana es una de las más emblemáticas de la zona. Sus soportales y casas de colores te transportan a otra época. Esta vía se conoce por su ambiente animado, con sidrerías y comercios tradicionales. Es el lugar perfecto para disfrutar de la gastronomía local y el entorno animado de la ciudad.

 

Plaza del Carbayedo: tradición sidrera y ambiente festivo

La Plaza del Carbayedo, situada al final de la emblemática Calle Galiana, es uno de los espacios más alegres y representativos. Famosa por su ambiente festivo y estrecha relación con la tradición sidrera asturiana, en definitiva un lugar ideal para disfrutar de una buena sidra al aire libre.

Lo más llamativo es el hórreo que preside el centro de la plaza, una construcción rural típica asturiana, muy poco habitual en un entorno urbano. A su lado, un parque infantil aporta un toque familiar, haciendo de esta plaza un punto de encuentro para vecinos y visitantes.

 

Iglesia de San Nicolás de Bari: Un tesoro arquitectónico medieval

La Iglesia de San Nicolás de Bari, que data del siglo XIII, es una joya arquitectónica. Su estilo gótico e imponente fachada te invitan a descubrir su interior, donde encontrarás obras de arte y elementos históricos de gran valor. Este templo se ha convertido en un símbolo de la rica herencia religiosa.

 

Centro Niemeyer: un icono cultural de vanguardia internacional

El Centro Niemeyer, obra del reconocido arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, es uno de los emblemas culturales más destacados de la localidad. Su diseño moderno y de líneas curvas ofrece un fuerte contraste visual con el entorno tradicional del casco histórico de la ciudad.

Este espacio multifuncional alberga una variada programación que incluye exposiciones, espectáculos, conferencias y otros eventos culturales de alto nivel. Se trata de un punto de encuentro habitual para artistas, pensadores y visitantes procedentes de distintos países. Un símbolo de modernidad, creatividad y apertura cultural en el centro de Asturias.

 

Sabugo y la Iglesia Vieja: raíces marineras y arquitectura con historia

Sabugo es un antiguo barrio de pescadores. Aquí está la Plaza del Carbayo, la Iglesia Vieja de Sabugo y la mesa de los mareantes, donde se reunían pescadores y patrones. Pedro Menéndez pidió financiación en esta mesa para ir a América y fundó San Agustín de la Florida. El crecimiento de la ciudad llevó a la construcción del mencionado santuario.

 

Palacio de Camposagrado: elegancia nobiliaria en el centro de Avilés

El Palacio de Camposagrado es un ejemplo de la arquitectura nobiliaria de Avilés. Su fachada imponente y escudo de armas te transportan a la época de esplendor de la ciudad. Este palacio ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos y es un símbolo del poderío de las familias nobles de la región.

 

Fuente de los Caños de San Francisco: un símbolo histórico de Avilés

La Fuente de los Caños de San Francisco es uno de los elementos más representativos del patrimonio histórico de Avilés. Construida con el objetivo de canalizar el agua potable y prevenir enfermedades en épocas en las que la higiene era un desafío urbano. Esta fuente cumple una función clave en la historia sanitaria de la ciudad.

Su diseño, sencillo pero funcional, refleja la arquitectura utilitaria de la época. A lo largo de los años, se ha mantenido como un símbolo de identidad local, conservando el valor histórico y cultural.

 

Fiestas y gastronomía en Avilés: tradición que se saborea y se celebra

Si tu paso por Avilés coincide con alguna de sus fiestas, prepárate para vivir una experiencia inolvidable. 

La ciudad celebra cada año el famoso Antroxu, su carnaval, considerado uno de los más importantes de Asturias. Declarado Fiesta de Interés Turístico, transforma el casco antiguo en un desfile de color, música y disfraces. En Semana Santa, las procesiones recorren las calles históricas con solemnidad y belleza, mostrando la devoción y el arte sacro local.
Durante el verano, destacan eventos como el Festival Intercéltico, con música, gastronomía y artesanía de tradición celta, y las Fiestas de El Bollo, en Pascua. Aquí, los bollos mantecados se convierten en protagonistas, acompañados de pasacalles, conciertos y buen ambiente en cada rincón del centro urbano.

Y si hablamos de comida, Avilés también deja huella en el paladar. En cualquier sidrería o casa de comidas podrás degustar platos típicos como la fabada asturiana, el pote o los cachopos, todo ello acompañado de una buena sidra escanciada al estilo tradicional. No olvides probar los mariscos y pescados del Cantábrico, frescos y preparados con sencillez para resaltar su sabor.