Incluida entre las rutas jacobeas, el camino a Finisterre goza de una particularidad única en los viajes al camino de santiago organizado. Y es que, a diferencia del resto, el punto de partida aquí es justamente la ciudad de Santiago de Compostela, teniendo como final el cabo de Finisterre.
Lo que pocos saben de esta ruta es que a finales de la Edad Media era el último tramo de tierra explorado por lo que era conocido como el fin del mundo (finis terre), lugar por el que las almas subían al cielo.
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Estos son los monumentos mas importantes del camino a Finisterre que no debes perderte
Si bien Compostela es la meta que todos los peregrinos pretenden conquistar en su recorrido, cuando hacen por ejemplo el popular camino de santiago desde sarria a santiago, seguir adelante con el tramo de Fisterra y Muxía es cada vez más común entre los caminantes. Además, de sentirse atraídos por la leyenda del fin del mundo, los paisajes también tienen un gran peso.
Entre los monumentos más importantes del Camino a Finisterre que nadie puede perderse se encuentran los siguientes:
Puente romano en Aguapesada
Levantado sobre el río de Aguapesada, también es conocido como rego dos pasos. De acuerdo con historiadores, la estructura actual debió ser levantada entre los siglos XVII y XVIII. No obstante, por la importancia que tenía esta población, pudo existir uno anterior.
Es un puente de cantería, dos aliviaderos y un arco de medio punto rebajado. Tiene calzada hecha a partir de losas de piedra en gran tamaño.
Iglesia San Juan de Mazaricos
Ubicada en Mazaricos, esta podría pasar como una estructura católica común. Muy cerca del río con el mismo nombre, cuenta con una capilla mayor ojival y una torre barroca bastante esbelta.
En 2009, mientras se llevaban a cabo algunas obras de rehabilitación sobre la estructura, los trabajadores encontraron los restos del que fuera el antiguo templo, cuya construcción data del siglo IX. Entre los restos están algunos muros que, de acuerdo a los expertos, hacían parte de la planta basilical.
Iglesia de Pereiriña, en Cee
Destaca por su preciosa torre lateral, construida bajo el estilo barroco. Este templo es uno de los edificios más importantes del Camino de Finisterre.
Tiene una fachada sencilla pero sumamente elegante y preciosa. Además, verás una linterna que lo hace destacar por su marcado estilo barroco.
Castillo del Cardenal, en Corcubión
Esta preciosa fortaleza defensiva está considerada como uno de los monumentos más importantes del Camino de Finisterre. Fue construida a mediados del siglo XVIII para hacer frente a los continuos ataques entre la marina británica y los Borbones.
El objetivo principal era proteger la entrada de la ría, por lo que también fue levantado el castillo del Príncipe, justo al frente.
Iglesia de San Xoán de Sardiñeiro
Una preciosa edificación que fue construida entre los siglos XVIII y XX, bajo el estilo barroco combinado con neoclásico. Tiene una planta de salón, muros gruesos y una única nave con tres puertas de acceso.
A pesar de que la fachada actual, por diferentes reformas, es de estilo neoclásico, aún conserva el estilo barroco de las molduras de las ventanas. A diferencia de otros templos de la época, este carece de retablos, ya que fueron eliminados en las diferentes rehabilitaciones hechas.
Castillo de San Carlos Finisterre
Uno de los puntos de interés del Camino de Finisterre sin duda es el Castillo de San Carlos. Esta edificación destaca por su forma irregular, pues fue levantado sobre un terreno rocoso y debieron adaptarlo.
Fue construido alrededor de 1.757 en el marco de lo que sería el plan defensivo de la ría de Corcubión, junto al castillo del Cardenal en Corcubión y el del Príncipe en Cee.
A pesar de que la obra se empezó con mucho ánimo, demoró alrededor de 10 años culminarlo, cuando el rey Carlos III ordenó finalizarlo.
Durante la Guerra de Independencia, Fisterra fue asaltada a mano de los franceses. El castillo de San Carlos fue destruido casi en su totalidad y posteriormente incendiado. Tras esto, fue restaurado casi en su totalidad, devolviéndole el brillo de sus épocas doradas.
Faro de Finisterre
Es el faro que se encuentra más al oeste de toda Europa y de los edificios más importantes del Camino de Finisterre, fue construido en 1853. Además de la casa del farero, tiene una pequeña plaza que sirve de homenaje al general San Martín.
La torre es de base octogonal y cantería, tiene 17 metros de alto. La luz está situada a unos 143 metros sobre el nivel del mar, llegando a más de 23 millas náuticas. No obstante, la fuerte niebla del invierno llevó a que en 1888 fuera añadida una linterna.
A pesar de las señales, la zona ha sido protagonista de numerosos naufragios, siendo uno de los más famosos el de 1870, cuando 482 personas a bordo del Monitor Captain murieron. Para algunos, este es el faro más visitado de todo el continente, además de ser el que más cerca se encuentra de América.
Otros puntos de interés cercanos
Aparte de los puntos de interés del Camino a Finisterre, la lista aún no termina. Hay algunos monumentos importantes que no están en el Camino de Finisterre, pero si están cerca del trayecto propiamente dicho.
Dolmen de Pedra da Arca
Considerado como uno de los dólmenes más grandes de toda la provincia, tuvo su origen entre el 3.500 y 2.700 a.c., para algunos la época de mayor esplendor de la cultura megalítica. En la actualidad es posible apreciar parte de la tierra que lo recubría, donde además se encuentran restos de una coraza hecha en piedra.
Está compuesta por una piedra de cubierta partida a la mitad y seis cantos verticales que le sirven de soporte.
Según la leyenda, fue una mora quien lo construyó, cargando las rocas sobre su cabeza, mientras amamantaba a un niño, al tiempo que hilaba.
Iglesia de Santiago de Olveiroa
Ubicada en la localidad de Dumbría, en A Coruña, fue construida a finales del siglo XII, aunque durante los siglos XVIII y XIX se le añadieron algunos detalles. Es de pequeñas dimensiones, con una sola nave, tejado a dos aguas. El retablo de la capilla mayor es de estilo neoclásico, con la imagen del Apóstol Santiago Peregrino.
