Situado entre el mar Cantábrico y los Picos de Europa, Llanes es uno de los destinos más encantadores del norte de España. Esta villa asturiana no solo destaca por su belleza natural y su patrimonio histórico, también por ser una etapa relevante del Camino de Santiago del Norte, una de las rutas jacobeas más espectaculares por su cercanía al litoral.

En este artículo vamos a descubrir todo lo que ver en Llanes, desde su casco histórico hasta sus playas salvajes, con una atención especial al papel del lugar como punto clave para los peregrinos.

 

Llanes en el Camino de Santiago: etapa clave del Camino del Norte

Elegir una ruta del Camino no siempre es sencillo, y por ello muchos optan por un camino de santiago organizado, lo que facilita la logística y permite centrarse en la vivencia espiritual y cultural. Este tipo de servicios están disponibles en todas las rutas principales  y ofrecen apoyo constante, transporte de equipaje, alojamientos seleccionados y asistencia en caso de necesidad.

Elegir empezar el camino de santiago desde Bilbao permite disfrutar desde el primer día de la arquitectura vasca, los puertos pesqueros y una costa recortada de enorme belleza. Más adelante, el camino santiago desde Ribadeo, ya en Galicia, ofrece una entrada directa a la Mariña Lucense y al tramo final de esta ruta atlántica. 

Cada ruta tiene sus particularidades. Por ejemplo, el camino santiago desde Tui es una de las opciones más populares. Sobre todo, para aquellos que disponen de poco tiempo y quieren completar los últimos 100 kilómetros hasta Santiago. Es una ruta bien señalizada y un perfil más suave en comparación con el Norte. Ideal para quienes buscan una experiencia más social o accesible.

 

El casco histórico de Llanes: un paseo por la Edad Media

Llanes conserva un trazado medieval que invita a recorrerlo sin prisas. Su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es uno de los más cuidados de Asturias. Entre calles empedradas, casas blasonadas y murallas, el peregrino y el viajero puede conectar con siglos de historia.

 

Lugares imprescindibles

  • Basílica de Santa María del Conceyu: esta iglesia gótica del siglo XIII es una de las pocas construcciones religiosas de estilo gótico que se conservan en Asturias. Destaca por su sobriedad exterior y su riqueza interior, con retablos barrocos y una estructura robusta que refleja la importancia de Llanes durante la Edad Media.

 

  • Murallas y Torreón: construidas entre los siglos XIII y XV, protegían la villa de incursiones marítimas. Aún hoy se conservan tramos visibles y el imponente Torreón, que servía de defensa y vigilancia. Actualmente, alberga la oficina de turismo.

 

  • Palacios: repartidos por el casco antiguo, encontramos elegantes palacios como el de Gastañaga, de estilo renacentista; el de los Duques de Estrada, con influencias barrocas; y la Casa de Rivero. Estas residencias señoriales reflejan el esplendor económico de Llanes en los siglos pasados.

 

  • Plaza de Santa Ana: esta plaza es uno de los rincones con más vida del casco antiguo. Rodeada de edificios tradicionales, acoge terrazas, tiendas y eventos culturales. En su centro se alza la capilla homónima, y todo el entorno invita a descansar y observar el pulso cotidiano de la villa.

 

Las playas de Llanes: naturaleza en estado puro

El concejo de Llanes cuenta con más de 30 playas, muchas de ellas casi salvajes, que hacen de este tramo de costa uno de los más espectaculares del norte peninsular. Algunas están muy cerca del Camino del Norte, por lo que son accesibles para los peregrinos que quieren descansar junto al mar.

Playas destacadas

  • Playa de Toró: con sus características rocas puntiagudas.

 

  • Playa de Poo: tranquila, ideal para un baño tras una jornada de caminata.

 

  • Playa de Gulpiyuri: una playa interior declarada monumento natural.

 

  • Playa de Andrín: extensa y rodeada de acantilados.

 

Son rincones ideales para conectar con la naturaleza, meditar, descansar o simplemente disfrutar del paisaje.

 

Monumentos y lugares de interés que no te puedes perder

Aparte del centro histórico y las playas, este lugar cuenta con espacios culturales y naturales de gran valor.

  • Cubos de la Memoria: esta obra del artista vasco Agustín Ibarrola transforma el rompeolas del puerto de Llanes en una galería al aire libre. Los bloques de hormigón, decorados con formas, colores y símbolos, reflejan la memoria colectiva de la villa marinera, su historia, cultura e identidad visual frente al Cantábrico.

 

  • Paseo de San Pedro: construido en el siglo XIX sobre un acantilado, este paseo ajardinado ofrece una de las panorámicas más impresionantes de Llanes. Desde aquí se contemplan el mar, el puerto y los tejados del casco antiguo. Es un lugar perfecto para pasear al atardecer y disfrutar de la brisa marina.

 

  • Capillas e iglesias rurales: diseminadas por el concejo de Llanes, pequeñas capillas como la de La Magdalena o San Antón conservan la arquitectura popular asturiana y son testigos de antiguas tradiciones religiosas. Muchas están ligadas a las fiestas locales y reflejan la profunda devoción que caracteriza a la comunidad llanisca.

 

  • Museo Etnográfico del Oriente de Asturias: situado en la localidad de Porrúa, a solo unos minutos de Llanes, este museo recoge la vida cotidiana de las comunidades rurales asturianas. En él se pueden ver herramientas tradicionales, trajes, útiles domésticos y reconstrucciones de viviendas, ofreciendo una valiosa mirada al pasado campesino del oriente asturiano.

 

Fiestas y tradiciones locales que puedes vivir si coincides

Este maravilloso lugar conserva un calendario festivo muy activo, con celebraciones llenas de color, música y tradición. Si tu paso por la villa coincide con alguna de ellas, podrás disfrutar de la hospitalidad asturiana en su máxima expresión.

Algunas de las fiestas principales son: La Magdalena (22 de julio), San Roque (16 de agosto), La Virgen del Conceyu (15 de agosto), Fiesta del Cristo Rey (septiembre).

 

Gastronomía llanisca para recargar energías

La cocina asturiana es famosa por su contundencia y sabor. En Llanes, peregrinos y turistas pueden disfrutar de platos tradicionales y productos locales que ayudan a reponer fuerzas tras una larga etapa. Algunos platos típicos son la fabada asturiana, el chorizo a la sidra, el queso de cabrales, los pescados del Cantábrico, el pastel de cabracho y los bollos preñaos, ideales para llevar en la mochila. 

 

Rutas y excursiones desde Llanes para los que se quedan un día más

Si decides hacer una pausa más larga en Llanes, puedes aprovechar para explorar sus alrededores, repletos de naturaleza y cultura.

  • Bufones de Pría y Arenillas: estos fenómenos geológicos son auténticas chimeneas naturales formadas en la roca caliza, por donde el mar se cuela a presión. Cuando hay marea alta o fuerte oleaje, los bufones expulsan columnas de agua y producen un sonido atronador. Un espectáculo natural único que mezcla fuerza y belleza.

 

  • Ídolo de Peña Tú: Se trata de un monolito vertical con grabados y pinturas rupestres, situado en una colina a 12 kilómetros con magníficas vistas. Este yacimiento megalítico, datado en la Edad del Bronce, es uno de los más importantes de la región y permite descubrir los orígenes más remotos del arte en Asturias.

 

  • Ruta del Camín Encantáu: este sendero circular de unos 9 kilómetros recorre el valle de Ardisana y está salpicado de esculturas de la mitología asturiana: el cuélebre, el busgosu, la xana… Es ideal para hacer en familia, y combina naturaleza, leyendas locales y un ambiente mágico en plena montaña llanisca.

 

  • Cuevas cercanas: en los alrededores de Llanes se pueden visitar cuevas como la del Pindal, Patrimonio de la Humanidad por sus pinturas paleolíticas, o la cueva de Nueva, con estalactitas y estalagmitas que muestran la riqueza subterránea de la zona. Son excursiones culturales perfectas para días de lluvia o descanso.

Llanes es mucho más que una parada en el Camino. Es un lugar donde historia, cultura, naturaleza y espiritualidad se dan la mano. Ya seas peregrino o viajero, aquí encontrarás un rincón para descansar, contemplar y seguir caminando con el corazón lleno.