Mogro es un encantador pequeño pueblo ubicado en la costa norte, en la Comunidad Autónoma de Cantabria. Situado en el municipio de Miengo, a solo unos kilómetros de la capital. Santander. 

Este lugar es conocido por su maravilloso entorno natural, donde la playa y el mar Cantábrico se combinan con un paisaje verde y montañoso. Lo que le hace especial es su capacidad para ofrecer una variedad de experiencias turísticas: desde relajarse en sus playas hasta disfrutar de la gastronomía local o explorar rutas de senderismo en sus alrededores.

Además, es un punto de paso/descanso en el Camino de Santiago, concretamente en al Camino del Norte. Desde Mundiplus, especialistas en viajes Camino de Santiago, queremos adelantarte lo que esta localidad tiene para ofrecer antes de que la conozcas en tu peregrinación hasta la Catedral.

 

El Camino de Santiago y Mogro: un paso importante

Antes de hablarte de Mogro, déjanos hablarte del Camino del Norte y darte algunos motivos para que la escojas como tu ruta.  

Esta se presenta como una opción excepcional para peregrinos que desean vivir una experiencia integral. Fusiona tradición histórica con la belleza natural de la costa cantábrica. Esta ruta ofrece un itinerario lleno de contrastes y emociones, donde el murmullo del mar y la tranquilidad de la naturaleza acompañan cada paso.

Otro de los principales motivos para elegir el Camino del Norte es su conexión íntima con el entorno natural. Mientras rutas como el Camino de santiago desde Ourense transitan paisajes interiores y urbanos, esta opción costera permite disfrutar de acantilados, playas y praderas verdes que se funden con el mar. La experiencia de contemplar amaneceres y atardeceres enmarcados por la brisa atlántica es única y revitalizante.

Si, el Camino de santiago desde Irún transcurre en sus primeros kilómetros paralelo al mar, pero la imagen cambia una vez llegas a Cantabria.

Además, es ideal para quienes buscan una ruta menos transitada y más auténtica. A diferencia del camino primitivo desde Lugo, conocido por su exigencia física y su carácter rústico, la ruta costera equilibra el reto del viaje con el deleite visual de paisajes variados. Por supuesto, la calidad de la señalización y los servicios de asistencia garantizan un viaje seguro y confortable. 

Otro aspecto relevante es la perfecta integración de historia y modernidad en esta ruta. A lo largo de la ruta se hallan vestigios y monumentos que narran siglos de tradición, convirtiendo cada parada en una lección viva de la cultura regional. 

 

¿Por qué visitar Mogro?

Aquí, los turistas pueden disfrutar de una gran variedad de paisajes naturales, desde majestuosas playas hasta tranquilos ríos. Te invitamos a descubrir qué ver en Mogro:

 

Miengo

El municipio de Miengo es mucho más que el escenario en el que se asienta Mogro. Este núcleo rural conserva la esencia de la arquitectura tradicional cántabra: casas de piedra y tejados a dos aguas se entrelazan con calles estrechas y empedradas, ofreciendo un ambiente acogedor y lleno de historia. 

Pasear aquí es adentrarse en un pasado que se refleja en cada rincón; sus plazas y edificios invitan a conocer las costumbres y la vida rural de la región. El peregrino puede aprovechar la visita para degustar la gastronomía local en bares y restaurantes que conservan recetas tradicionales. 

Además, el pueblo funciona como puerta de entrada a rutas de senderismo y paseos en bicicleta, permitiendo combinar cultura, naturaleza y actividad física en una misma experiencia.

 

Parque Natural de las Dunas de Liencres

A pocos kilómetros se encuentra el Parque Natural de las Dunas de Liencres, una reserva natural de gran relevancia ecológica. Este espacio protegido es conocido por sus extensas dunas, zonas de marismas y playas vírgenes, donde la acción de los vientos y las mareas esculpen paisajes únicos. 

El lugar alberga una variada flora y fauna, destacando aves migratorias y especies endémicas propias de la región. Además, el recorrido por sus senderos señalizados permite descubrir pequeños parajes y miradores que ofrecen vistas panorámicas del Cantábrico

Es el sitio perfecto para los fotógrafos y para quienes disfrutan del ecoturismo, ya que cada temporada trae consigo nuevas tonalidades y matices en el paisaje.

 

Playa de Robayera

La Playa de Robayera es uno de los rincones costeros más fascinantes la zona. Con una extensión que se adapta tanto a quienes buscan espacios más íntimos como a los que prefieren zonas más amplias y animadas, destaca por su arena fina y dorada, y sus aguas azules del Cantábrico. 

Se caracteriza por su entorno virgen y por la presencia de dunas y vegetación autóctona, lo que la convierte en un lugar idóneo para desconectar y disfrutar de la tranquilidad. Durante el verano, es habitual ver a familias y grupos de amigos disfrutando del sol y del mar, mientras que en otras épocas del año, la calma del entorno la hace perfecta para largas caminatas y momentos de introspección. 

 

Cueva de Cudón

La Cueva de Cudón representa uno de los atractivos geológicos menos conocidos pero de gran interés para quienes se apasionan por la naturaleza y la historia de la Tierra. Esta formación natural ofrece un recorrido fascinante a través de formaciones rocosas y estalactitas, que cuentan la historia de milenios de procesos geológicos

Está ubicada en una zona de fácil acceso desde Mogro, es ideal para realizar visitas guiadas que expliquen los procesos de sedimentación y erosión que han moldeado su interior. 

Además, el entorno que la rodea permite a los visitantes disfrutar de un paisaje de gran belleza, en el que el contraste entre la luz natural y las sombras del interior crea una atmósfera mágica. Es importante respetar las indicaciones de conservación del lugar, ya que se trata de un ecosistema delicado y de gran valor científico y natural.

 

Acantilados de Cuchía

Sin duda, uno de los espectáculos naturales más impactantes de la costa cántabra. Estas formaciones rocosas, talladas por la fuerza del Atlántico, se elevan de manera imponente sobre el mar, ofreciendo panorámicas de gran belleza y una experiencia visual única.  Desde aquí, los visitantes pueden apreciar la magnitud del litoral y la irrupción de la naturaleza en un escenario casi salvaje

El acceso suele realizarse a través de senderos bien señalizados, que invitan a detenerse a contemplar el horizonte y a disfrutar de la brisa marina. Este sitio es especialmente recomendado para amantes de la fotografía y el senderismo, ya que cada ángulo ofrece una composición perfecta para capturar la esencia del Cantábrico. 

 

Mirador de la Cuba

El Mirador de la Cuba ofrece unas vistas panorámicas que engloban el mar, la costa y la vasta extensión de la región. Su ubicación permite observar tanto el ir y venir de las olas del Cantábrico como el verdor de la vegetación que rodea la costa, creando una combinación única de colores y formas. 

Es un sitio ideal para los amantes de la naturaleza, la fotografía y la meditación, ya que invita a la reflexión y a la conexión profunda con el entorno. Además, en días despejados, la vista se extiende hasta el horizonte, ofreciendo un espectáculo natural que cautiva a todos los visitantes. Sin duda, se convertirá en uno de los recuerdos más entrañables del viaje.

 

Gastronomía en Mogro

La cocina local es un reflejo directo de su entorno, donde el mar y la tierra ofrecen productos frescos y de calidad. 

En cada plato se percibe la influencia del Cantábrico, destacándo los mariscos y pescados que llegan diariamente desde las aguas del Atlántico. El centollo, las almejas y los mejillones son protagonistas en restaurantes y bares, mientras que el pescado de temporada se prepara de múltiples maneras, resaltando su sabor natural.

El queso de Cantabria, conocido por su cremosidad y sabor único, es otro de los manjares imperdibles. Se suele servir tanto solo como acompañado de panes artesanales y mermeladas caseras, en una combinación que rinde homenaje a las tradiciones lácteas de la región. 

Platos típicos como el “sardinado a la parrilla” o el “pastel de cabracho” han pasado de generación en generación.