Conforme han ido pasando los años, el Camino de Santiago organizado se ha convertido en una realidad. Hoy, entre otras cosas, permite que sea mucho más accesible para todo tipo de peregrinos. Sobre todo, para aquellos que tengan algún tipo de discapacidad o problema de movilidad.
No es una tarea del todo sencilla, pues más allá de la preparación física, también depende en medida parte de las condiciones del terreno en sí. Dependiendo del que se escoja, por ejemplo, la ruta Portuguesa del Camino de Santiago, puede llegar a tornarse en algunos casos, completamente inaccesible o, por el contrario, inadaptable.
Para estas situaciones puntuales, se han establecido entonces algunas rutas alternativas. De esta forma, puedes ayudar a peregrinos con algún problema de movilidad, como aquellos que van en sillas de ruedas.
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El Camino de Santiago y peregrinos con discapacidad
El Camino de Sarria a Santiago de Compostela organizado cuenta con una larga historia de cientos de años. De hecho, ya para la Edad Media, muchas personas con problemas de movilidad o discapacitados se animaban a realizar este recorrido en busca de un milagro o cura al llegar hasta la tumba del Apóstol.
A pesar de los esfuerzos, aún queda mucho por hacer, pues los desafíos para aquellos con problemas de movilidad reducida no son pocos. Por eso, contar con una adecuada preparación física antes de iniciar la Ruta Francesa del Camino de Santiago siempre será la mejor recomendación.
Entrenamiento previo
Sin importar la ruta jacobea que se elija, por ejemplo el Camino de Santiago Portugués desde Tui, tener un entrenamiento previo es fundamental para cualquier peregrino. Especialmente, para aquellos con algún tipo de discapacidad.
Y es que aparte de fortalecerles, también les permitirá determinar el número de etapas del Camino de Santiago del Norte que podrían completar y los kilómetros a realizar.
Ganar resistencia física es fundamental para cualquier peregrino, de modo que se puedan establecer la cantidad de tramos en los que se puede dividir cada una de las etapas.
Sillas de ruedas adaptadas
Aquí podríamos decir que existen dos opciones principales: adaptar la silla de ruedas del día a día o, por el contrario, hacerse con una hand – bike. Esta es una especie de silla de ruedas que se utiliza para el ciclismo y cuenta únicamente con tres ruedas.
Esta última opción es perfecta especialmente para aquellos que están en buena forma física. Entre otras cosas te permitirá acceder a lugares que resulten más escarpados, pero manteniendo la estabilidad.
La ruta recomendada
Existen múltiples opciones para llegar hasta Santiago de Compostela, pero sin lugar a dudas el Camino Francés es el más recomendado. Es el que está más adaptado para personas con discapacidad y esto por una sencilla razón: es el más transitado.
Por supuesto que como en cualquier viaje, lo mejor es programar todo con antelación: desde la cantidad de etapas en las que lo vas a hacer, las paradas y sobre todo los alojamientos. Ten en cuenta que aunque la gran mayoría están adaptados, es mejor evitar sorpresas desagradables.
El factor climático
Otra recomendación a tener en cuenta es la época del año, pues el factor tiempo puede incidir directamente en el desarrollo del recorrido. Recuerda que durante los meses de lluvia la mayoría de los caminos se convertirán en una opción inaccesibles, al estar prácticamente inundados.
El verano suele ser la temporada donde el número de peregrinos aumenta por el hecho de que coincide con la fecha de las vacaciones de la mayoría de la población. No obstante, para personas con problemas de movilidad, recomendamos las estaciones menos concurridas, como es el caso de la primavera.
Hay que tener siempre presente que el Camino de Santiago no representa especialmente una competición. Si no te sientes en condiciones de hacer el recorrido de golpe, siempre estará la posibilidad de realizar distintas etapas en diferentes épocas del año.
Recomendaciones finales
Aunque dependiendo del tipo de discapacidad que tenga el peregrino sus limitaciones varían drásticamente, hay algunas recomendaciones generales que se pueden aplicar para todos los casos:
- Trata de viajar siempre acompañado o en grupos, ya que será mucho más sencillo enfrentar cualquier tipo de dificultad. En caso de que necesites ayuda, será más fácil encontrar un alma caritativa.
- Procura llevar un equipaje ligero, ya que una mochila de gran peso podría convertirse en un problema durante los largos recorridos.
- La hidratación debe ser siempre una constante, especialmente si decides hacer el recorrido durante la temporada de calor. Puedes llevar una cantimplora e ir llenándola a lo largo del recorrido.
- La indumentaria, como en cualquier otro viaje, es fundamental. Cuanto más frescos sean los tejidos, mucho mejor será para tu comodidad. Además, recuerda siempre incluir una gorra o sombrero.
- Por último, pero no menos importante, procura que el bloqueador solar sea siempre tu mejor compañero.